Una página web no está para desarrollarse y dejarse a la deriva, debemos marcarnos objetivos, preguntarnos ¿qué queremos? ¿cómo lo vamos a hacer? ¿es rentable? ¿tenemos una estrategia? etc.
Se debe elegir la plataforma más adecuada para nuestro proyecto. Una programación básica en HTML estático o algo dinámico tipo PHP entre otros lenguajes de programación web. En otros casos utilizamos una aplicación opensource que se adapte a nuestras necesidades (wordpress, joomla, drupal, etc) En el caso de tiendas online (oscommerce, prestashop, magento, etc) Cada proyecto se analiza detalladamente y se elige lo más conveniente para el mismo.
Hay que optimizar nuestra web para que sea accesible a los buscadores, al menos lo básico. Buen uso de los «titles» «descriptions» «tags» estructura de urls adecuada, buen servidor, etc. Tener texto de calidad en nuestra web, que aporte algo interesante, olvidémonos de copiar de otros sitios, está muy mal.
El diseño es muy importante, recordemos que la web entra por los ojos y aparte de optimizar nuestra web para los robots de los buscadores no nos podemos olvidar de los humanos. Un diseño cuidado y limpio, enfocándonos en los detalles, texto bien maquetado, en general, una web accesible que cumpla con los estándares básicos. Uno de los aspectos más importantes es que la navegación sea intuitiva haciendo que la experiencia de usuario sea la mejor.
Como dueños de nuestro sitio, debemos aprender, al menos, la forma básica del funcionamiento de la web para que nosotros mismos podamos actualizarla, colgar fotos, videos, etc. En esto nos debe asesorar la persona o empresa que diseñe y programe nuestro sitio.
En conclusión, estos son los aspectos básicos para que nuestro sitio no muera antes de empezar su camino en la red. Debemos recordar que hoy en día una web es una constante “beta”, es decir, nuestro sitio siempre debe estar en actualización, mejorando respecto a las necesidades de los usuarios y si nos enfocamos en el llamado 2.0, interactuando con nuestros visitantes o clientes.
